No iba a poner cualquier cosa, me toma mi tiempo elegir.Aunque digamos que el insomnio, benefactor principal de este blog, se esta tomando su rol demasiado enserio.Mi rostro es testigo, cualquiera puede tomarle testimonio. Evidencia empirirca del desvelo.
Recibo comentarios, ya sea directamente por aqui, via facebook o via mail.
Repito; este teclado americano me va a volver loca


Los dejo con una auto-cita que me hizo auto-felicitarme;


"Es muy mainstream hacer una critica a lo mainstream"


Como dijo una morocha que deshonra a toda morocha, pero no voy a negar que me hace reír " lo dejo a su criterio".




III


Esa niebla que le hacía sangrar la nariz la sostenía en vilo sobre la pista de Minerva. 
La música le apretaba los brazos contra la pared. Una boca en celo le corroía el cuello con una saliva frenética de vodka. Bajaba sudorosa una lengua de gato. Pero subían dos.


Se despertó entre sabanas, un tigre y su tigresa. Fauces felinas la rozaban. Quiso moverse, un zarpazo la convirtió en presa. Las bestias se disputaron la carne tierna.
 El macho, vencedor subió sobre ella. Rugiendo, desgarró esa pequeña boca que no era boca escupiendo sobre ella la enfermedad del amor. De un jadeo la tiró de la cama, desmembrada huyó, lágrimas de sombra en su rostro y un denso escozor mordiéndole lo oscuro.


-Señorita…
La mujer señalaba aquel cordón rojo, rojo cordón descendiendo por su pierna derecha.
-Está manchando la vereda